sábado, 24 de noviembre de 2012

PANACOTA DE VAINILLA


Ingredientes:

  Un vaso y medio de leche, un vaso de nata líquida, cinco cucharadas de azúcar glace, una vaina de vainilla, 5 hojas de gelatina, unas hojas de menta para adornar.
   Para la salsa, 150 g. de orejones de albaricoques, dos ciruelas secas sin pepitas y un poco de brandy de Jerez.

Elaboración:

  En la víspera, remojar los orejones y ciruelas en agua tibia cubriéndolos.
  Poner la nata y la leche en un cazo al fuego. Abrir la vaina de vainilla, rascar el interior y añadir. Agregar azucar glace. A fuego lento, llevarlo a ebullición mientras vamos removiendo.
   Colocar las hojas de gelatina en agua fría para que se ablanden. Escurrirlas y añadirlas a la mezcla anterior hasta que todo quede disuelto.
   Buscar un molde de cristal no demasiado profundo y verter la mezcla. Cuando no esté demasiado caliente, meterla en el frigorífico.


   Al día siguiente, desmoldar la panacota y triturar la salsa de frutas con una batidora hasta conseguir una crema suave y uniforme, junto al brandy. La salsa servirá de adorno pero dará más dulzura al resultado final.

viernes, 24 de febrero de 2012

TIRAMISÚ DE NARANJA CON TRIPLE SECO



Ingredientes: 4 huevos, 4 cucharadas de azúcar, 250 gr. de mascarpone, 4 cucharadas de Licor Triple Seco de Naranja, 4 cucharadas de coñac, 1 tacita de café fuerte frío, 12 bizcochos de soletilla y cacao amargo mezclado con azúcar glás a discreción.

Elaboración:
Separar las yemas de las claras de los huevos, coger las yemas y batirlas con el azúcar.
Batir las claras a punto de nieve.
Mezclar con cuidado el mascarpone y cuando esté integrado, incorporar las claras, con movimiento envolvente para que no pierda volumen.
Aparte, mezclar la taza de café frío con el licor y el coñac.
Poner una o dos capas de bizcochos en el fondo de una fuente e impregnarlos con la mezcla anterior cuidadosamente y bien mojados por toda su superficie visible.
Cubrir todo con la primera mezcla.
Se recomienda añadir el cacao amargo con azúcar glas colándolo, poco tiempo antes de servir para comer, de 24 a 36 horas después de que descanse en el frigorífico.